REÍR
Río. Sólo puedo
hacer eso. Porque valió la pena querer mandar todo a la mierda el día que fui a
Estrellas en el cielo por primera vez, y volver una y otra vez sólo para verla
un rato, valió la pena contarle cosas que sólo ella sabía, ocultarla de las
miradas indiscretas de la gente, no contar de su existencia a nadie, mentir
piadosamente cuando me invitaban a comer o me preguntaban dónde estaba mientras
yo estaba con ella. Valió la pena todo sólo por este momento. Y pienso,
mientras me sigo riendo, que nadie me quita lo bailado hasta este momento.
Un amor de novela
Con cariño
Coyote
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