¿En qué momento exacto dejamos de intentarlo?
El vino que sigue sin tomarse porque no bebo alcohol.
El cenicero limpio me recuerda que no estás.
La sabana intacta del lado derecho (porque el izquierdo siempre fue mío) y el sabor amargo de decir tu nombre en casa y que nadie responda.
El reproche que no llega nunca.
¿En qué momento exacto dejamos de intentarlo?
El caos de mi cerebro no puede acordarse.
El cenicero limpio me recuerda que no estás.
La sabana intacta del lado derecho (porque el izquierdo siempre fue mío) y el sabor amargo de decir tu nombre en casa y que nadie responda.
El reproche que no llega nunca.
¿En qué momento exacto dejamos de intentarlo?
El caos de mi cerebro no puede acordarse.
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