Somos

Somos lo que pensamos el domingo a la noche mientras fumamos un cigarrillo y tomamos café.

Somos nosotros a las tres de la mañana en una charla mano a mano.

Somos los suspiros, la resaca del domingo, el abrazo después de mucho tiempo sin verse.

Somos el “llegaste bien?” que le mandas a tu amiga, somos los besos con ojos abiertos.

Somos los nervios de las primeras veces. Y los restos que quedan después de rompernos. 

Somos todo eso que no admitimos ser pero es inevitable. 

Es muy fácil besar en París. Pero yo quiero que me quieras en una ciudad en guerra, llena de misiles a ningún lado. Una ciudad un poco como yo. 

Reite, volá, soñá. Estrolate contra la pared mil veces. Recomponete. Queré y querete. Rodeate de gente apasionada.

Cambiá pequeñas cosas. Convertite en quien queres ser y en quien podes ser. Si no crees que es suficiente hacelo todo de nuevo. Y si crees que es suficiente hacelo valer. Da siempre tu 100 independientemente que no sea lo que el otro necesite.

Amigate con vos misma, con tus relaciones, con tus amores y tus no amores. Si no es esa persona será otra, si es esa persona valorala. No te conformes con menos y si es más, mejor.

Volvé a soñar, contá tus sueños en voz alta. Amá lo que haces, lo que podés hacer y lo que queres hacer. Que las tres ojalá sean la misma cosa. Sino, buscale la vuelta.

La oscuridad es tan buena como la luz, no te olvides. Sin una, la otra no existe. Si de la forma que lo haces no funciona, cambiá el chip.

Andate y volvé las veces que quieras, la casa tiene las puertas abiertas. Si te la cierran, no era ahí.

Hay mucha gente que te quiere lo máximo que puede quererte hoy pero seguramente sea menos que mañana.