LA FELICIDAD
¿Pero qué pasa si
uno no busca la felicidad? ¿Qué pasa si uno simplemente no nació para serlo?
¿Está bien? ¿Está mal? ¿A quién le estamos fallando? ¿A nosotros? ¿O a ellos?
Querer ver bien a
alguien suele ser nuestro mayor deseo. Querer que alguien esté bien es una
forma muy sana de quererlo. Es, también, ¿una forma de querernos a nosotros?
Sí. Es una pregunta ¿Hay algo mal en mí por decir que mi mayor meta no es ser
feliz? Y eso me lleva a pensar, ¿qué es la felicidad? ¿Son destellos, momentos
fugaces y efímeros? ¿Es transitorio? ¿Duradero? ¿O es un sentimiento?
Sentimiento que se instala y no se va.
¿Por qué? ¿Por qué
no puedo ser feliz? ¿Si nos reinos somos felices? Yo, tú, él, nosotros. Todos
reímos en algún momento ¿La tristeza será ausencia de risa? ¿O es ausencia de
felicidad? ¿Se puede vivir eternamente triste? ¿Eternamente feliz?
Me centro en lo que quiero y cómo lo quiero. En ningún momento deseo ser feliz. No lo veo como un logro. Y soy tan ser humano como cualquier otro. Pero no me levanto y digo “hoy es un buen día para ser feliz”. Ni siquiera lo pienso. Vivo el momento esperando a que llegue EL momento que aún no sé cuál es. Y en el camino veo. A veces es sinuoso, cuesta arriba, cuesta abajo, sube y baja.
Vivo el camino, lo
sufro. Ser feliz no es mi meta. No la es hoy ni la fue ayer. Como si hubiese
aprendido a vivir con el sentimiento de tristeza incrustado en mi corazón y en
cada terminación nerviosa de mi cuerpo. Pero se puede vivir. Te digo que se
puede porque yo puedo hacerlo. Tengo todo para ser feliz. Pero no lo soy. Quizá
porque no lo quiero ser. Disfruto esos momentos de euforia, dinámicos pero
efímeros. Lo vivo en carne viva. Me desnudo completamente y soy yo. Los vivo
así. Y está bien.
No se puede querer
todo. La felicidad no entra en mi calendario. No hay un dia D donde me vaya a
sentar a tomar café y diga “soy feliz”. De hecho, creo que la felicidad está
sobrevalorada. Muy sobrevalorada. Y no soy un bicho raro. Soy diferente a vos.
Vos sos el raro que vas por la vida con ese optimismo absurdo disfrazado de
felicidad. No me mientas y por favor no te mientas a vos mismo. Nadie es feliz
todo el tiempo. De hecho, debe haber alguien como yo que no es feliz nunca ¿Y
sabes qué? Está perfecto. No inundes mis planes con una felicidad barata de
mierda. Mejor que ser feliz, deséame éxito. Y un poco de suerte. Hay gente que
no nació para ese deseo. Yo soy una.
Tuve un día de esos que te destruyen un poco más.
¿Se nota?
Comentarios
Publicar un comentario